viernes, 25 de mayo de 2012

desventajas de la television


Hace poco, se hablo las ventajas de la televisión, hoy quiero hacerlo sobre los inconvenientes. La televisión puede tener efectos negativos sobre los niños, especialmente cuando se emplea sin control, por tiempo ilimitado o prolongado cada día. Peor aún es cuando la ven en soledad, sin que sus padres o algún otro adulto cercano comenten o maticen lo que están viendo.
Las imágenes de violencia reiteradas que ofrecen tanto las películas como los programas de noticias, repercuten negativamente en la agresividad de los niños. Esta información no sólo les convierte en más agresivos, también hace que toleren o acepten la violencia como forma de resolver sus problemas, haciéndoles insensibles al horror de la violencia.
La vida normal de los niños no está rodeada, como aparece con frecuencia en la televisión, de guerras, bombas, golpes, ni muertes. Suele ser una vida normalizada de familia, amigos, colegios y deberes escolares. Los niños, incluso los más pequeños, pasan muchas horas viendo la televisión, aunque parezca que no les interesa, que no miran, esta información la están recibiendo constantemente, ya que en muchos hogares la televisión esta casi siempre encendida.
No es adecuado que los niños menores de ocho años vean los diarios informativos, las noticias, ni aquellos programas en dónde la violencia aparece con frecuencia. Los niños mayores y adolescentes pueden imitar las conductas violentas, identificarse con los individuos violentos, los que siempre vencen despreciando a las víctimas, conductas que pueden reproducir en su ambiente.
El 'bullying' o la violencia entre iguales es un fenómeno que se expande en los colegios públicos y privados, en los hijos de familia de alto, medio o bajo nivel económico y social, posiblemente porque imitan lo que ven en las películas de la televisión.
Es aconsejable que los padres controlen no sólo los programas, también el tiempo de televisión de tus hijos, más de una o dos horas diarias es excesivo.
La televisión puede enseñar ideas erróneas de la realidad, porque aparece un mundo y una sociedad, la que corresponde al que hizo la información o la película y a su entorno. Éste es diferente del real, quizás es un mundo inalcanzable para el niño que ve la televisión, pero no por ello menos apetecible. La posesión de artículos de lujo, coches o costumbres que parecen gratuitas, entretenidas y agradables, contagian rápidamente a los niños de cualquier sociedad.
Esto hace que los niños demanden unas condiciones de vida, de casa, padres, coches, zapatillas, modas y juguetes, que favorece el consumismo, especialmente el de una marca o tipo determinado. Induce la imitación en la forma de ser, hablar, vestirse o comportarse, a copiar modelos no siempre adecuados a la forma de entender por los padres el presente y el futuro de tu hijo.
Otras veces la televisión enseña un mundo imaginario no real, lleno de fantasías que confunden a los niños pequeños. Los personajes reales o los muñecos mueren y reviven, se caen y se levantan, vuelan, saltan por precipicios o pasan por el fuego sin que les afecte, los animales y los pájaros hablan y cantan, toda esta fantasía puede inhibir la creatividad de los más pequeños haciéndolos observadores pasivos. Los niños deben estar jugando activamente en su mundo real, no es uno ficticio o fantástico.
La realidad, respecto a los anuncios de la televisión, muchos de ellos específicamente dirigidos a los niños, incluso a los de edad preescolar, son con frecuencia engañosas. Luego, cuando se reciben estos juguetes, no son o no hacen lo que decían los anuncios, creándose un sentimiento de frustración y desengaño por poseer algo diferente de lo esperado.

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